Hizo falta un año y medio de investigación, recorriendo todos los rincones del país, tocando puertas, interrogando a los habitantes, pasando horas en cafés cruzando información, para finalmente encontrarles.

Eran quince. Mujeres y hombres, jóvenes y mayores, de ciudad o del campo, que residen en todos los rincones del país. Estos eran los «héroes invisibles». No llevaban capa, y eran desconocidos para el gran público, pero lograron algo extraordinario para su comunidad o para su país, sin esperar nada a cambio. Se llaman Yamina, Saadia, Abdelmajid, Abderrazzek, Basma, Béchir, Iyed, Raouaa, Zied, Ghassen, Lassaad, Emna, Haythem y Salah.

Después de haber buscado, identificado, conocido y filmado durante un largo viaje, Sélim Ben Hassen persuadió a los cuatro principales canales de televisión, no solo para que transmitieran sus entrevistas durante todo un mes en prime time, sino que lo hicieran simultáneamente en todos los canales. Y a pesar de las distintas programaciones, las cadenas aceptaron el desafío. Treinta días después, todo el país conocía los rostros y los nombres de estos héroes cotidianos que decidieron defender a los demás, en la sombra y lejos de las luces.

Más allá de las audiencias televisivas récord y las decenas de millones de visitas en las redes sociales, eran los miles de mensajes, las expresiones de gratitud y el conmovedor agradecimiento que estas personas recibieron de todo el país los que hicieron que el evento fuera tan exitoso.